Con la mirada puesta en el cielo... las nubes parcen casi detenerse a la vista de este contemplador. Y en segundos millones de pensamientos agitan su alma y su cuerpo, como aquella hierba se mece por la brisa. Su mente viaja caprichozamente a otro lugar... alejandose cada vez mas de el mismo... capricho que ayuda al insomnio (su compañero fiel) a ser portagonista principal cada una de sus noches. Pensamientos fugaces que aturden, alegran, adormecen, arrullan y consuelan a parte de èl. Pero al amanecer aquella mente caprichoza le deja entrever que solo era una ilusion. Ilusion que no siempre lo fue, ni que nunca lo será. Él lo sabe muy bien. Su destino... ya se trazó hace tiempo. Deseo... un sentimiento constante de estar donde ahora su pensamiento revolotea, al igual que intenta navegar por aquellas aguas que su destino se embarcará... Un viaje peligroso?? todos lo son... solo hay que tener fe, en que el viento le se...