Diciembre...
No tengo recuerdos de que anteriores fines de año hayan tenido tanto evento junto... que cumpleaños, entrega de amigo secreto, reuniones y mas cumpleaños...
Con tanto evento, del que no suelo estar acostumbrado, me vi como pollo en corral ajeno, salvo de los que uno podía conversar y reír, pero en el que la buena comida y una entretenida conversación fue sobrepasada por el ruido de la música a niveles de daño permanente en el tímpano, me quedó mas que claro que no soy de los que disfruta sacudir el cuerpo (a)rítmicamente entre un montón de gente. De hecho el ruido (porque eso ya no era música) que había de verdad si no ibas con tapones de oídos el daño era irreversible.
Navidad para muchos es sinónimo de regalos, juntas familiares y un largo etc de festividades... antes quizás para mi lo fue... ahora solo quiero paz... en el buen sentido de la palabra, si me preguntarán que es lo que mas quieres seria eso. Ya que la paz, conlleva a que muchas otras cosas se concreten de una forma favorable. La dosis de reuniones ya la tengo copada, cada familia tiene sus propias costumbres y la mía es muy compleja, una vez fui para estas fechas a pasarla con ellos, y creo que a
pesar de que puedan pasar años, hay cosas que jamas cambian. Así que para seguir amándolos, prefiero verlos a la distancia.
Aparte de la paz... quiero una cena tranquila... en donde ojala reine el buen sabor y no la parafernalia típica y una apariencia estéril y solo para mostrar una foto a las redes sociales.
Quizás eso es lo que quería finalmente mostrar el Grinch... mostrarle que aprendieran a celebrar de una forma mas pura, sin regalos ni suntuosidades... ya que imagino que el regalo mas grande que pueda existir es estar con la persona que quieres en un mismo lugar, y no el brillo o la abundancia.
Uno a ratos se pierde buscando objetos para ser feliz... depositando nuestra felicidad en objetos inanimados, que una vez que compramos por capricho o necesidades no suplidas, se amontonan para acumular polvo.
-¿Navidad minimalista?
-Quizás... donde insisto reine el buen sabor y la paz... solo eso pido.
Con tanto evento, del que no suelo estar acostumbrado, me vi como pollo en corral ajeno, salvo de los que uno podía conversar y reír, pero en el que la buena comida y una entretenida conversación fue sobrepasada por el ruido de la música a niveles de daño permanente en el tímpano, me quedó mas que claro que no soy de los que disfruta sacudir el cuerpo (a)rítmicamente entre un montón de gente. De hecho el ruido (porque eso ya no era música) que había de verdad si no ibas con tapones de oídos el daño era irreversible.
Navidad para muchos es sinónimo de regalos, juntas familiares y un largo etc de festividades... antes quizás para mi lo fue... ahora solo quiero paz... en el buen sentido de la palabra, si me preguntarán que es lo que mas quieres seria eso. Ya que la paz, conlleva a que muchas otras cosas se concreten de una forma favorable. La dosis de reuniones ya la tengo copada, cada familia tiene sus propias costumbres y la mía es muy compleja, una vez fui para estas fechas a pasarla con ellos, y creo que a
pesar de que puedan pasar años, hay cosas que jamas cambian. Así que para seguir amándolos, prefiero verlos a la distancia.
Aparte de la paz... quiero una cena tranquila... en donde ojala reine el buen sabor y no la parafernalia típica y una apariencia estéril y solo para mostrar una foto a las redes sociales.
Quizás eso es lo que quería finalmente mostrar el Grinch... mostrarle que aprendieran a celebrar de una forma mas pura, sin regalos ni suntuosidades... ya que imagino que el regalo mas grande que pueda existir es estar con la persona que quieres en un mismo lugar, y no el brillo o la abundancia.
Uno a ratos se pierde buscando objetos para ser feliz... depositando nuestra felicidad en objetos inanimados, que una vez que compramos por capricho o necesidades no suplidas, se amontonan para acumular polvo.
-¿Navidad minimalista?
-Quizás... donde insisto reine el buen sabor y la paz... solo eso pido.
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